Sallier de La Tour

La finca Sallier de La Tour, en Sicilia, forma parte del grupo Tasca d'Almerita. Está especializada en la variedad de uva Syrah, atípica para la isla italiana.

Bodega Sallier de La Tour: un sueño en Sicilia

La bodega Sallier de la Tour perteneció a la familia del mismo nombre. El último propietario de esta familia, Filiberto, vendió la finca cerca de Palermo a su primo, el dueño del grupo Tasca d'Almerita, en 2008. Desde entonces, la bodega es propiedad de la empresa y se ha centrado en una sola variedad de uva: la Syrah. El objetivo de Tasca es hacer suya una variedad de vino internacional de la isla de Sicilia y crear un nombre para este Syrah siciliano. El camino hacia esta meta no es fácil, pero Tasca cree en su proyecto.

El Syrah - el proyecto de corazón de Sallier de La Tour

Las variedades de uva de Sallier de La Tour son:

• Syrah (tres variaciones diferentes)
• Grillo
• Inzolia
• Nero d'Avola

El municipio de Monreale es una de las regiones vitivinícolas más conocidas de los alrededores de Palermo. Algunas de las bodegas más famosas de Sicilia tienen su sede aquí. Sallier de la Tour también puede beneficiarse de este terruño superior.

Sallier de la Tour produce dos vinos de Syrah, además de otros tres monovarietales de las variedades de uva mencionadas, dos de ellos tintos y uno blanco. Además, se vinifica un rosado de Syrah. Mientras que el Inzola blanco y el Madamarosè se maduran completamente en tanques de acero, Sallier de la Tour recurre a la crianza parcial en barrica (aprox. 30%) para todos los vinos tintos, y a la crianza completa en barrica en el caso del emblemático Syrah La Monaca. La maduración dura entre 12 y 14 meses.

Protección del medio ambiente en Sallier de La Tour

Tasca Group, y por tanto también Sallier de La Tour, forma parte de la iniciativa SOStain, un movimiento de sostenibilidad en Sicilia para la viticultura. La protección del ecosistema es parte integrante de esto, el trabajo manual, la renuncia a la protección vegetal perjudicial para el medio ambiente y los métodos integradores son las piedras angulares de la certificación. Por ejemplo, no se puede utilizar más de 0,6 kWh de energía en la producción de una botella y no se pueden llenar botellas de más de 0,75 litros.