Ensis Taurasi DOCG - Vesevo

El Taurasi DOCG de Vesevo es el buque insignia de la bodega. Este 100% Aglianico se presenta con un ardiente rojo púrpura y un núcleo casi opaco y revela la fruta de baya más intensa. Ya sea mora, arándano o grosella negra, todo lo que es negro se encuentra en el bouquet del Vesevo Taurasi.

Toques de cera de abeja, pan de especias, cedro y vainilla completan la nariz de este vino de Campania.

En boca, el Taurasi DOCG de Vesevo es increíblemente denso, pleno y de poderosa estatura. Taninos finamente pulidos y una acidez frutal vital y viva subrayan de manera impresionante que este Taurasi de Vesevo es elegante y vivaz a pesar de su plenitud. Maravillosamente armonioso, este vino tinto superior de la región meridional italiana de Campania se desliza hacia un final excepcionalmente largo.

Vinificación del Vesevo Taurasi

Las uvas de este vino superior de Vesevo crecen en los alrededores del municipio de Avellino, sobre suelos volcánicos, en viñedos de 250 años de edad, en parte , en Case D'Alto. A la vendimia le sigue el despalillado y un suave estrujado de las bayas. Tras una maceración de 20-25 días a una temperatura de 26-28°C, el Vesevo Taurasi se introduce en barricas durante 16 meses, tras lo cual envejece en botella.

Recomendaciones gastronómicas para el Vesevo Taurasi DOCG

Disfrute de este vino tinto del mejor productor de Farnese, Vesevo, con platos fuertes, carnes rojas y caza asada.

Premios para el Taurasi DOCG de Vesevo

• James Suckling: 94 puntos en 2013
• Robert Parker: 90 puntos para 2012
• Falstaff: 92 puntos para 2011
• I Vini di Veronelli: Super Tre Stelle (3/3) para 2010

Sobre el nombre Ensis y el origen de la leyenda

El nombre Ensis procede del latín y se traduce como espada. El Ensis Taurasi cuenta la historia de dos jóvenes, Vesevo y Sebeto, que estaban enamorados de una hermosa mujer llamada Leucopetra. Leucopetra, sin embargo, era una ninfa del mar. Durante mucho tiempo ambos la cortejaron, pero ella no podía decidirse entre ellos. Un día, mientras buscaba conchas en la playa, Vesevo y Sebeto aparecieron ante ella y comenzaron una terrible pelea. Leucopetra se asustó tanto que corrió al agua y llamó a su padre. Neptuno la transformó en la más grande y bella de las olas (o, según otras fuentes, en el más bello acantilado de Capri).

Sebeto, muy afectado por el dolor, lloró con tal desesperación que se convirtió en un río, que desapareció misteriosamente miles de años después. Vesevo, por su parte, perdió la razón y se consumió de dolor y rabia. El fuego de su amor se convirtió en el fuego del volcán Vesubio.

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