Cabernet sauvignon

Un carácter inconfundible

Los vinos Cabernet Sauvignon se caracterizan por el típico olor y sabor a grosellas negras. Además, estos vinos suelen tener un color rojo oscuro intenso y poseen un armazón de taninos y ácidos. Una característica especial del Cabernet Sauvignon es también que conserva su carácter inconfundible fuera de su país de origen, casi independientemente de las condiciones de suelo y clima. 

Aromas variados

Los vinos jóvenes de Cabernet Sauvignon tienen un sabor -acentuado por el tanino- ligeramente amargo y áspero, son afrutados y huelen mucho a madera recién cortada. A medida que envejece, un buen Cabernet Sauvignon se caracteriza por sus sutiles aromas tostados, una variedad de sabores a bayas negras y, a veces, sabores a pimienta verde y regaliz. Cuando la uva Cabernet Sauvignon se deja madurar completamente, produce vinos complejos y ricos en taninos que cautivan por la sutileza de sus aromas.

Cabernet Sauvignon - Un vino de clase mundial

El éxito internacional del Cabernet Sauvignon está estrechamente ligado a la región vinícola de Burdeos, aunque aquí se vinifica relativamente poco como variedad única. Clásicamente, el Cabernet Sauvignon se mezcla con las variedades de uva Cabernet Franc, Merlot y, en menor medida, con Petit Verdot en Burdeos. 

Desde los años sesenta, como muy tarde, se ha intentado en todo el mundo reproducir la estructura clara pero no demasiado pesada y la gran complejidad de un vino típico de Burdeos.

En la Toscana y en California se producen los mejores vinos de Cabernet Sauvignon puro. Así, en California, la vinificación monovarietal se considera el nivel más alto de perfección del Cabernet Sauvignon y produce vinos de categoría mundial.